Si cumple con una Norma Británica, queda bastante claro que se toma sus responsabilidades como organización muy en serio. De hecho, la conformidad se suele considerar como prueba de diligencia debida. Es un gesto que dice mucho de su actitud a la hora de hacer las cosas correctamente.
No obstante, las normas no son lo mismo que los reglamentos, y cumplir una norma no garantiza que también esté cumpliendo la legislación pertinente. De hecho, las normas rara vez mencionan las leyes, ya que la legislación puede cambiar durante el periodo de vigencia de la norma.