Básicamente, una norma es un modo establecido y acordado de hacer una cosa. Puede tratarse de fabricar un producto, gestionar un proceso, prestar un servicio o suministrar materiales. Las normas pueden cubrir un amplio espectro de actividades realizadas por las organizaciones y utilizadas por sus clientes.
Son la sabiduría extraída de aquellas personas competentes en su campo y conocedoras de las necesidades de las organizaciones a las que representan: personas como fabricantes, vendedores, compradores, clientes, asociaciones comerciales, usuarios o reguladores.
Nuestra cartera actual cuenta con más de 30.000 normas. Están diseñadas para que su uso sea voluntario, por lo que todo depende de usted: no está obligado a seguir un conjunto de reglas que haga que su vida sea más difícil, sino que se le ofrecen como modos de trabajar mejor.
Las normas son conocimiento. Se trata de potentes herramientas que pueden ayudar a fomentar la innovación y aumentar la productividad. Pueden hacer que las organizaciones tengan más éxito y que las vidas de la gente sean más sencillas, seguras y saludables.