El uso cotidiano de la tecnología para conectar a personas cercanas y lejanas está ya muy extendido; una tendencia que también se ha trasladado al sector sanitario. La pandemia de COVID-19 provocó un aumento de la necesidad urgente de conectar a los proveedores de atención sanitaria con sus pacientes a través de citas a distancia, y la necesidad de abordar las preocupaciones actuales sobre cómo se mantendría la prestación de la atención sanitaria. Normalmente, los médicos y otros proveedores de atención sanitaria atienden a sus pacientes en persona en un centro como un ambulatorio médico, una clínica o un hospital, pero con el avance tecnológico que supone el uso de ordenadores, teléfonos inteligentes y otras nuevas tecnologías digitales, los profesionales médicos pueden ahora diagnosticar, tratar y supervisar la salud de sus pacientes de forma virtual. En este blog se describe cómo los proveedores de servicios sanitarios y asistenciales pueden aprovechar las normas, como la ISO 13131:2021, para desarrollar y establecer procesos de telemedicina y telesalud, con el objetivo final de mejorar la disponibilidad y la calidad de la atención sanitaria a los pacientes.
En mayo de 2021, el Comité Técnico de Informática de la Salud (TC215) de la Organización Internacional de Normalización elaboró una nueva directriz: ISO 13131: 2021. Esta norma describe los procesos que pueden aplicarse para analizar los riesgos para la seguridad de los datos de los pacientes, así como la calidad y la seguridad en la prestación de la continuidad de la atención, cuando los proveedores emplean servicios de telesalud con sus pacientes. La telesalud se define como la prestación de servicios sanitarios a distancia mediante el uso de la tecnología. Puede incluir desde la realización de visitas médicas por ordenador hasta el control de las constantes vitales de los pacientes a distancia. La telesalud puede prestarse de tres maneras:
- Sincrónica - cuando el médico se comunica con el paciente en tiempo real por ordenador o teléfono
- Asíncrona: cuando se graban datos, imágenes o mensajes para compartirlos con el médico más tarde
- Seguimiento remoto del paciente: cuando se envían al médico mediciones como el peso o la presión arterial.
La tecnología sanitaria se está convirtiendo rápidamente en una parte fundamental de la prestación de cuidados, ya que permite a los hospitales, médicos, pagadores y grupos de empleadores ser rentables, al tiempo que mejora la disponibilidad y la calidad de la atención. La atención virtual, incluidas las clínicas virtuales y las interacciones a distancia con los médicos, ha sido crucial para la detección y el tratamiento de los casos de COVID-19 a distancia. Además, la posibilidad de utilizar los servicios de atención a distancia también ha permitido continuar con la atención rutinaria o electiva en un momento de la pandemia que, de otro modo, sería arriesgado y complicado. Según una encuesta de la Asociación de Gestión de Grupos Médicos, el 97% de los responsables de la atención sanitaria han ampliado el acceso a la telesalud desde la pandemia, lo que demuestra que los servicios de telesalud son una tendencia que se ha adoptado y probablemente se seguirá adoptando plenamente.
Los proveedores de servicios sanitarios y de atención al paciente pueden enfrentarse a retos en la gestión de las nuevas tecnologías, la seguridad de los datos de los pacientes, así como la necesidad de llegar a los pacientes de forma global con limitaciones de recursos con respecto a la experiencia. A medida que aumenta el número de pacientes con enfermedades crónicas, en parte debido al envejecimiento de la población, los proveedores de servicios sanitarios y asistenciales se han visto obligados a adoptar formas de diagnóstico, seguimiento y tratamiento de los pacientes basadas en la tecnología, manteniendo al mismo tiempo la calidad de los servicios sanitarios. Además, los pacientes deben estar abiertos a recibir estos métodos de atención a distancia. Casi tres cuartas partes de la población encuestada afirmaron que la pandemia les ha hecho estar más dispuestos a probar la atención virtual. Y una de cada cuatro personas de más de 50 años dijo que había recibido una visita de atención sanitaria virtual durante los tres primeros meses de la pandemia, frente a sólo el cuatro por ciento de los adultos mayores que habían recibido una visita a distancia el año anterior.