La industria alimentaria nunca ha estado a la cabeza de los ciberataques, pero a medida que la producción y distribución de alimentos se vuelve global, "los responsables de las amenazas ven la dependencia del mundo de una cadena de suministro de alimentos bien establecida como una oportunidad para utilizar el malware, como el ransomware, como palanca para lograr sus nefastos objetivos".