Independientemente de la velocidad a la que avancen la innovación y el desarrollo tecnológico, su implantación eficaz depende del grado de confianza que generen. Tecnologías como la inteligencia artificial, la computación cuántica o la criptografía evolucionan rápidamente, y solo un enfoque consensuado, basado en principios reconocidos de calidad y seguridad, puede favorecer la colaboración y permitir a las organizaciones ofrecer soluciones comprensibles y fiables.
Un enfoque estandarizado y ágil proporciona las garantías necesarias durante la integración de nuevas tecnologías, contribuyendo así a un ecosistema digital más seguro para clientes y partes interesadas.