Este programa de certificación ha sido diseñado utilizando una guía técnica voluntaria para mascarillas y otros elementos técnicos que nuestros expertos han incorporado gracias a más de 30 años de experiencia en pruebas de EPIs.
El primer paso para conseguir la certificación Kitemark para mascarillas es que se deben analizar muestras del producto. Esto se conoce como prueba de tipo inicial.
Las mascarillas se someten a varias pruebas en nuestros laboratorios, incluyendo pruebas de filtración y de transpiración para asegurar la comodidad del consumidor así como el rendimiento. Este proceso va más allá de un conjunto inicial de pruebas, ya que los productos deben ser evaluados de forma continua para demostrar la confianza y asegurarse de que las mascarillas que se fabrican siguen ofreciendo los niveles adecuados de protección para su uso.
Para las organizaciones que tienen un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) que puede ser auditado, auditamos el SGC o revisamos su certificación ISO 9001 relativa a la fabricación de mascarillas, ya sea in situ o de forma remota. Una vez que esto se hace y se cumplen todos los requisitos, se emite el certificado Kitemark.
Entonces, de forma continua, nosotros:
- Auditamos el SGC dos veces al año, ya sea in situ o de forma remota
- Auditamos la prueba el producto dos veces al año en los laboratorios de BSI
Para las organizaciones que no disponen de un Sistema de Gestión de Calidad formal que pueda ser auditado, testamos cada lote de producto en los laboratorios de BSI como un medio de control de calidad continuo.