Cada tipo de vehículo tiene un impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida, ya que consume recursos y energía, y deja una huella de carbono.
Mediante la reducción de las emisiones de todas las actividades y la utilización de materiales y métodos alternativos para la producción de vehículos, su organización puede ayudar a alcanzar los objetivos de cero emisiones netas de la industria y los objetivos de transporte sostenible.
Mientras tanto, la eliminación progresiva del motor de combustión interna obliga al sector a encontrar fuentes de energía alternativa seguras, fiables y renovables para que funcionen los vehículos.